top of page
  • Foto del escritorPaquita C.Coronado

Detrás de un gran hombre siempre se ha colocado a una gran mujer

Actualizado: 28 mar 2022

A lo largo de la historia de la monarquía en España muchos hombres han reinado con pasión y dedicación, pero ¿Y las mujeres? Aquí os traemos tres grandes reinas que cambiaron el ambiente de la corona, el pueblo y la política con su reinado.


Catalina de Austria, la reina silenciada (1507- 1578)


La que una vez fue reina de Portugal nació en Palencia, como la sexta y póstuma hija de Felipe I de Castilla (El Hermoso) y Juana I de Castilla (La Loca). Creció junto a su madre en el castillo real, donde sufrió diversos y múltiples maltratos, otra mujer que fue intimidada y herida… Vivió toda su infancia escondida en la sombra de su madre, sin conocer más allá que los bajos de las faldas de Juana, ambas encarceladas por sus propios guardianes: Los marqueses de Denia.



Con la llegada de su hermano Carlos al trono, las condiciones en las que vivía Catalina cambiaron radicalmente sacando a relucir la característica sangre que corría por sus venas heredada por su madre y antes de ella su abuela, mujeres fuertes, orgullosas, rebeldes, inconformistas. Con la tierna edad de 13 años Catalina prometió no volver a ser silenciada.


Retrato de Catalina de Austria pintado por Carvalho


Todo esto la convirtió en una gran mujer, fuerte y poderosa en su reinado. Describen los manuscritos a Catalina de Portugal como una reina bondadosa que quiso dejar su huella en Portugal creando orfanatos, escuelas, conventos y monasterios. Astuta, inteligente y sensata, se convirtió en una de las pocas reinas que tuvieron influencia en la política. Curiosa por naturaleza, y privada de ello en su infancia, reunió una gran colección de libros en una biblioteca privada, creó museos y reunió objetos interesantes. Catalina disfrutó la libertad que tanto se merecía.


Juana I de Castilla, la reina loca (1479- 1555)


Juana fue una joven hermosa e inteligente que dominó, antes de la mayoría de edad, artes como la literatura, los idiomas o la música. Mostraba en primicia rasgos de llegar a ser una grandiosa princesa. Fue llevada por ese camino… con 17 años se la caso con Felipe el Hermoso para ser la acompañante perfecta del archiduque. Pero una serie de muertes en el seno familiar de Juana la fueron acercando cada vez más a las coronas de Castilla y Aragón.

El archiduque había pasado a ser el atípico consorte, por lo que el orgullo masculino lo empujó a abandonar a Juana en España, este puede que fuera el primer pistoletazo de alarma. La enfermedad de Juana fue exagerada para apartarla de la soberanía que iba a heredar de Isabel la Católica: un complot masculino que acabó con la cordura de la joven. Su actitud se agrió, y sus acciones eran anómalas y explosivas, pero las circunstancias indicaban que su única obsesión era sentirse

Juana la Loca. Pintura de Fernado Pradilla


libre, pero libre ¿para qué? Con la muerte de Felipe toda libertad fue vendida, su mundo se desmoronó y finalmente fue incapacitada para gobernar, lo que la llevo a encerrarse en un castillo cercano a la tumba de su difunto marido, donde pasó el resto de sus días. ¿Cómo la búsqueda de la libertad la llevó al enclaustramiento?


Isabel II de España, la reina de los tristes destinos (1830- 1904)


Isabel II, hija sucesora de Fernando VII, recibió desde muy joven el peso de un país y sus desdichas. Comenzando su vida con la promulgación de la pragmática sanción que derogaba la ley sálica, que prohibía a las mujeres reinar, y tras esto un hombre imponiendo su masculinidad y creando el caos.

Con tan solo tres años fue ascendida al trono tras la muerte de su padre. Pero con la muerte de Fernando, su hermano, Carlos María Isidro de Borbón, llego a la conclusión de que una mujer no podía gobernar, y que él era el más apto para ello. Me voy a ahorrar la clase de historia que todos conocemos acerca de la división entre isabelinos y carlistas que provocaron las guerras Carlistas.


Hablemos de Isabel, una joven que logró reinar, en solitario, a pesar de ser mujer, en una época en la que era impensable. Su reinado no fue el mejor, estuvo lleno de corrupción política y ella misma fue manipulada en varias ocasiones por sus ministros. Pero su reinado trajo múltiples cambios políticos como la soberanía compartida, la reforma de la Hacienda, la desamortización que se sufría: cambios que fueron en crecimiento conforme se sucedían la revoluciones características de la época. Puede que no fuera una gran reina, ¿Quién lo sería inmiscuida en ese mundo con tan solo tres años?, pero no cabe duda que los errores, aciertos y el paso por el trono de esta reina trajo una nueva mirada de España, con la crecida de la política y la llegada de la democracia.



Isabel II fotografiada por J. Laurent en 1860

51 visualizaciones

Entradas recientes

Ver todo
bottom of page